Experiencia de cine: una hora y media de éxito


Experiencia de cine: una hora y media de éxito

Ya pensamos en ir al cine con Héctor y Manuel el verano pasado, o quizás antes. La cartelera no era muy atractiva en aquel momento así que creímos que era mejor esperar al estreno de Dory y asegurarnos de que con Nemo y un poco de polvo de duende conseguiríamos interesarlos por la gran pantalla. Llegó el verano y valoramos que Angry Birds podía encajar en sus gustos, ya que los conocen y juegan con ellos en una aplicación para el Ipad. Así aún tenemos la opción Dory para probar de nuevo la experiencia.

Llegó el momento de tomar otro tipo de decisiones:

_ Escoger la película: Angry Birds son personajes conocidos que seguro que cumplirían requisitos de estimulación visual y movimiento, pajaritos lanzados por tirachinas, no podía salir mal… o quizás si, pero no sería por la selección de la cartelera.

_ Escoger el día: un lunes soleado sería el día perfecto para campar en la sala a nuestras anchas y eliminar el factor gente, bullicio, esperas.

_ Escoger el cine: en la mayor parte de cines de la ciudad hay que atravesar el centro comercial exponiéndonos a tentaciones como jugueterías y salas recreativas, así que elegimos un minúsculo centro comercial en el centro de la ciudad que tenía un acceso subterráneo al cine para atravesar el mínimo de tiendas posibles. Aunque estaba todo pensado se nos escapó un detalle: un parque de bolas donde se celebraban cumpleaños y que Héctor había ido hace tiempo y reconoció a la perfección, con alguna que otra dificultad conseguimos superar la tentación.

_ Vamos al cine, una historia social para anticipar que va a pasar en el cine y regular la conducta esperada.

_ Dentro del cine: para asegurarnos el aprendizaje con éxito priorizamos llegar al fin de la película de la manera que sea pero con final feliz. Nos situamos estratégicamente en los asientos, llevamos gusanitos y en el caso de Héctor hicimos una concesión muy importante : llevar el Ipad donde veía paralelamente Pinocho o Dumbo (sus películas favoritas), estamos entrenando así que no nos importa utilizar estrategias para crear una experiencia de aprendizaje positiva en una actividad de ocio de la que pueda disfrutar en familia en un futuro.

Las mamás y su terapeuta pasamos mucha tensión durante toda la película controlando los pequeños detalles y gestionando las alternativas a ofrecer, sólo al llegar al coche pudimos  celebrarlo  porque ir al cine fue un éxito de una hora y media.  Explicar el trasfondo es necesario porque la salida fue pensada al milímetro y cada uno de esos pequeños detalles influyen en el resultado.

                   

                                                                            Vamos al cine de Esther Medraño
Como tuvimos una primera experiencia positiva en el cine, nos atrevimos a repetir: Manuel fue al cine con su familia y para Héctor programamos otra salida al cine durante la terapia. Esta vez, con más confianza, invitamos a Lucas, el hermano pequeño de Héctor y Martín a venir con nosotros.
Esta vez contamos con nuestros aliados: los intereses especiales. Disney combinó los mismos personajes de Buscando a Nemo en Buscando a Dory, Héctor estuvo significativamente más motivado que la vez anterior, eso se notó en sus períodos de atención y en el lenguaje. Esta vez todos disfrutamos más de la película, fue una tarde estupenda!

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